La violencia aqueja una vez más a los campesinos. Más de 4000 personas salieron de sus hogares tras amenaza de grupos armados.

El 19 de julio de 2021 inició un desplazamiento masivo de campesinos de Ituango, Antioquia. Más de 4000 personas, entre ellas 1.300 niños, se han visto obligadas a abandonar sus hogares en las veredas de la ciudad y trasladarse al casco urbano pues recibieron amenazas de grupos criminales que se enfrentan por el control del territorio.
La ambientalista Isabel Zuleta afirma sobre los causantes del desplazamiento, según expone El Tiempo, que “unos se identificaron como disidencias de las Farc, otros no dijeron de dónde iba la orden, solo que tenían que salir” y sobre la situación agrega que “la gente está en albergues, los colegios están copados. Es una situación crítica porque hay tanto desplazados como damnificados, y no hay condiciones para retornar a los territorios”.
Los campesinos han sufrido directamente los daños de la violencia y no es la primera vez que se ven obligados a desplazarse, esto en gran medida por el abandono estatal que también se ve relejado en este momento. «Al encontrarse abandonados por el Estado, deciden salir de sus tierras y desplazarse al casco urbano de la misma manera que lo han hecho durante muchos años cada vez que situaciones como estas se presentan», expone para France 24 Yesid Zapata, de la Corporación Jurídica Libertad.
Las familias Itagüicenses se han visto afectadas además por el invierno en la región. Se encuentran en albergues improvisados en la ciudad y los derrumbes o afectaciones por las lluvias agudizan la situación. Algunas han decidido regresar a sus casas a partir del 01 de julio tras acuerdos con el gobierno, el cual pretende aumentar la presencia de militares del ejercito en la zona. Sin embargo, no existen garantías para que la situación no se repita y para los defensores de derechos humanos esta no es la solución, pues es necesario un proceso estructural, la aplicación de los acuerdos de paz y presencia del Estado.
Se teme que los desplazamientos continúen y que estas familias del campo que han decidido volver a sus tierras para trabajar y vivir tengan que desplazarse en otras ocasiones pues no hay una solución que acabe con el problema desde sus bases y proteja a la población campesina en Ituango.
